La necesidad de comer

Uno de los típicos temores de mucha gente cuando pasa un tiempo solo es el tema de la comida. Siempre esta la socorrida pizza, la pasta, congelados en general…que para un fin de semana no está mal, pero para un largo tiempo pues nada mas de pensarlo ya se me quitan las ganas.

Yo nunca me he dedicado especialmente a cocinar, pero con cosas no muy elaboradas, sí que me he defendido bien. La cosa es intentarlo. El primer paso, obviamente: comprar. Tengo para elegir un Lidl, un REWE y un Netto cerca de casa, así que casi cualquier necesidad la tengo cubierta. Otro buen sitio para comprar es el mercado turco de Kreuzberg o el Kaufland.

En Kreuzberg suelo comprar fruta, verdura, y carne fresca. Algunas cosas tienen el mismo precio que en supermercados, pero normalmente se encuentran cosas más baratas, mientras más tarde mejor, pues van bajando precios a medida que va pasando el día. Frutas y verduras suelen estar más maduras que en supermercados y hay que tener cuidado con la cantidad, pero la carne tiene muchísima mejor pinta. También hay pescado fresco, muy escaso en Alemania, pero claro, es muy caro. Mejor para cuando vuelva a España.

Pues nada, manos a la obra. Normalmente no se me ocurre nada para comer mas allá que cosas típicas. Un buen método es elegir algo que tengo, por ejemplo carne de pollo, escribirlo en Google y elegir alguno de los resultados que se muestren. Por ejemplo, pollo con champiñones. Realmente la receta solo servirá para hacerse una idea, porque los tiempos y la forma de hacerlo nunca coincidirá con la realidad. A partir de ahí toca improvisar. Y ya con la practica pues se puede intentar incluso sin preguntarle a Google. No tendremos el libro de recetas de la abuela…pero se consiguen buenos resultados.

Otra opción es salir a la calle. En mi calle tengo Burger King, un vietnamita (con muy mala pinta, por cierto), un chino…y si me acerco a Alexander Platz ya las posibilidades se multiplican. En Berlín hay comida rápida muy variada, y barata. Por hablar de cosas concretas tenemos la currywurst de Friedrichstrasse, el mítico kebap de Warschauer o la pizzería de Warschauer. En esta ultima, antes de las 6 de la tarde, podemos comer una pizza por 1,5€, o un plato de pasta por 1,75€. Después de esa hora tampoco hay que temerle, los precios incremente a 3€ y 3,5€ respectivamente. Y el tamaño es bueno, normalmente con una pizza y media me quedo satisfecho.

Además de eso he probado chino, japonés, etíope, indio….la variedad gastronómica es increíble!

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