Conociendo mi nueva ciudad

Después de un tiempo toca ir conociendo el lugar donde vives. Por ahora solo el primer fin de semana estuve de turismo, por la zona mas céntrica: Brandenburger Tor, Reichstag, Postdamer Platz…y poco más. Aunque con la cosa de buscar piso realmente acabas conociendo “media” ciudad. Lo de “media” es por decir algo.
Otra forma de conocer es yendo de compras, como por ejemplo al mercado de la fruta y la verdura de Kreuzberg los martes y viernes, donde también he comprado de la mejor carne que se ve por aquí. Suelo frecuentarlo bastante.IKEA es otro sitio donde también he ido alguna que otra vez, a los dos que hay, pero apenas me he comprado una estantería, perchas, y una taza para el desayuno, que las que hay en mi casa son muy pequeñas. Curioso.

Cuando he ido a casa de amigos también he conocido sitios nuevos, o cuando salgo por ahí a tomar algo o de fiesta…pero nada de esto es turismo propiamente dicho.

Un día decidimos hacer turismo de verdad, a Potsdam, una ciudad histórica al suroeste de Berlín, a 15 o 20 minutos en tren. El principal atractivo es el Parque de Sanssoucci, residencia mandada a construir por el rey Federico el Grande en 1744. Está presidida por el palacio del mismo nombre. A lo largo y ancho del enorme parque se respira la tranquilidad de la naturaleza, amenizada por la gran fuente central. También podemos encontrar el Nuevo Palacio, el Palacio de Orangerie o el de Charlottenhof. Todos ellos acogieron a Monarquía y diversas instituciones gubernamentales a lo largo de la historia.

Otros puntos de interés en Potsdam son el barrio ruso y la ciudad antigua, por donde también estuvimos paseando. Pero pronto el cansancio hizo estragos y decidimos volver otro día para seguir conociendo esta interesante ciudad, como sus parques patrimonio de la humanidad y otros sitios históricos.

Además del turismo, Berlín es una magnifica ciudad para la vida cultural. La agenda de eventos es asombrosa, y también hay que aprovecharla. El primer acto al que asistimos fue a la ópera, que realmente resulto ser un entretenido musical, en alemán por supuesto, aunque con subtítulos en ingles en las pantallas de los asientos.

Incluso la Universidad organizaba un evento por semana para los estudiantes del curso intensivo de alemán. Las dos primeras me las perdí: cine y una conferencia de cine. La siguiente era imprescindible: Pergamon Museum, dedicado a las culturas del Islam, Roma, Mesopotamia y Grecia, cuya ciudad de Pergamo da nombre al museo con el altar de Zeus Impresionante. Tan impresionante que me quedo medio museo por ver. Otro sitio al que habrá que volver. La última invitación fue a una vistosa performance en un teatro céntrico con muy buen ambiente.

También esta la costumbre de ir los domingos al mediodía a Mauerpark. El parque no tiene nada en especial por si mismo, bastante simplón, salvo por el fragmento del antiguo muro que podemos contemplar allí. Pero si vamos un domingo la cosa cambia. Un mercadillo donde podemos encontrar de todo (vi un Tetris de la primera Game Boy que salió a la venta) y sobre todo el karaoke. Ambientazo. Cientos de personas en una pequeña ladera o en la grada, mirando al escenario donde un grupito improvisa un karaoke para animar a la gente. Si el tiempo acompaña, como este fin de semana, es un gustazo estar allí tirado tomando el sol en pantalón corto y escuchando a la gente. Quien me iba a decir que en Berlín echaría de menos mis chanclas…

Y ya casi se me olvidaba, mi propia Universidad es un sitio turístico, uno de los edificios históricos junto a la Isla de los Museos, donde estudiaron y enseñaron ilustres de todos los campos del conocimiento a lo largo de la historia. Aunque desgraciadamente yo no doy las clases allí, un mes antes de venir a Berlín descubrí que mi Campus está a 13km de allí, 2 estaciones antes del aeropuerto de Schonefeld, pero bueno…otro lugar mas para conocer.

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